A la velocidad que corren las modas podemos estar usando una prenda comprada hace sólo unos meses que ya está prácticamente desfasada. Por esta razón y porque muchos jóvenes carecen de alto poder adquisitivo es por lo que existe en ellos un cliente potencial enorme. La idea es comprar un contenedor de restos de ropa de temporada en momentos oportunos (tras la Navidad, con los cambios de estación..) y de ropa usada que aún no estén desfasados, poniéndolos a la venta para los jóvenes principalmente. Habrá que desplazarse al país de origen (Estados Unidos e Inglaterra son los mejores) y en unos días hacer la compra y llenar el contenedor en que llegará a nuestras manos una o dos semanas después de su envío. Se gana un margen mediano de beneficio en cada pieza (a partir de pesetas por unidad), pero son miles de piezas.