Si a la cantidad de personas que hoy día necesitan seguir una dieta por razones de salud o de mantenimiento de la línea, sumamos aquellas otras preocupadas por la pureza de los alimentos que consumen, comprenderemos que ofrecerles su pan de cada día, los bollos, tarta y dulces de forma natural (sin peligrosos conservantes ni colorantes) y sin azúcares, puede suponer un gran éxito mientras no existan otras. El negocio es instalarlo en una zona donde sepamos que seremos visitados por mucha gente de nuestro barrio y de otros aledaños. Si damos con el adecuado maestro de panadería - repostería (hace falta un experto en este tipo de cocina) y con la campaña adecuada de difusión de nuestros preparados, podremos venderlos con un importante margen comercial de beneficios. Incluso podríamos plantearnos el poder llevarlos también a domicilio a partir de una cantidad mínima de compra.