Si tiene una suma considerable con la que puede jugar, conviértase en un desarrollador de negocios y empresas, en los que les corresponda un porcentaje o una masa accionarial. Además de su dinero, deberá aportar soluciones acerca de cómo hacer lo más rentable posible esa buena idea que ha llegado a sus manos y que va a ser puesta en práctica por otros. Con el tiempo podrá decidir si se queda o si se va y les vende su porcentaje, a ellos prioritariamente o a terceros.