Cada día aumenta el interés por los animales, una idea sin duda atractiva es la de posibilitar que cada persona pueda contar en su casa con su propia pecera y disfrutar de algunos pececillos de colores. Si no quiere meterse en costes, lo mejor es recurrir a los tradicionales recipientes redondeados, de cristal o de metacrilato. Equipe su furgoneta con una pecera portátil en cuyo interior pueda desplazar unas cuantas decenas de peces de colores y acompáñese de otros tantos recipientes. A la llegada a la zona de ventas, traspase algunos peces a su correspondiente recipiente y sitúelos a la vista de los viandantes. Nadie evitará pararse a contemplarlos. Los peces podrán ser vendidos a la antigua usanza, en el interior de bolsas de plástico para que lo puedan llevar así a su casa. Pero hágales ver que necesitarán luego de un recipiente mínimo, que es el que usted mismo les venderá. No es lo mismo que una pecera en condiciones, pero por eso mismo se ahorran una cuantiosa inversión que no pueden o no quieren costearse por múltiples razones. Hay ciertas zonas y puntos "calientes" especialmente adecuados para este tipo de venta: mercadillos, rastros, mercados rurales, parques, zonas comerciales, etc. A esos ingresos podrá sumar los de productos alimenticios y manuales baratos sobre cuidados básicos. Establezca incluso un correo de intercambio de unos por otros entre sus propios clientes y una lista de pedidos concretos, una agenda en forma de libro de visita será suficiente.