Puede que el veterinario sea quien más conoce de las costumbres y dolencias de los animales, pero a lo peor no tiene suficiente tiempo ni dedicación para corregir ciertos hábitos perniciosos de los animales. La paciencia y un especial don sí podrían corregirlos. Si tiene usted esas cualidades podría convertirse en el psicólogo que muchos animales necesitan. Llegue a un acuerdo con los propios veterinarios y tiendas de animales. Sus clientes preferenciales son los de más alta capacidad adquisitiva, solucionando el problema de sus animales favoritos creará su propia cartera de clientes y serán su mejor aval. No somos conscientes de lo que algunas personas están dispuestas a pagar por los servicios de alguien como... ¿como usted?.