Los clientes de turismo rural agradecen enormemente el poder elegir sus recuerdos de viaje entre los productos tradicionales de la zona visitada, muy especialmente los artesanos. Pero hay que mostrárselos, lo cual puede conseguirse invitándolos a visitar los centros de creación y venta de estos productos, o bien haciéndoles llegar un catálogo informativo con una amplia variedad: barro y cerámica, madera, textil, repostería, cuchillería, etc. La idea es difundir la idea de que compren y quedarnos con un porcentaje de cada venta.