La idea es operar a través de comercio electrónico para la creación de una central de import-export con productos de la gastronomía tradicional de diferentes países, sirviendo como proveedor a buen número de restaurantes en cada uno de esos países y cobrando a través de una pasarela de pagos. Pero incorpore además una sección de delicatessen. Usted, que es buen gourmet, le gusta viajar y se sorprende gratamente viendo como varían increiblemente los gustos por unos y otros alimentos en cada país, detectará qué productos de alta calidad o difícil adquisición servirían esos restaurantes a sus clientes con garantías de éxito. Seleccione los que usted consigue a bajo costo y ofrézcaselos a precio especial de promoción, para que sus clientes los degusten como delicatessen exclusiva de ese restaurante. Por supuesto, hará lo mismo con cuantos otros restaurantes (fuera de esa zona o esa ciudad) no entren en competencia, compromiso que hará público a los clientes a través de su web. A medida que aumente el número de sus restaurantes-clientes, hará pedidos cada vez mayor para rentabilizar la operación de compra. Tenga en cuenta que las condiciones comerciales varían según países y su particular situación, moneda y forma de pago o control de calidad. Y recuerde que en este tipo de negocios la calidad del producto (ojo a las condiciones de transporte y distribución) y la atención al cliente son primordiales. Como consejo, apúntese antes que nada a ofrecer esa gama selecta de productos de su tierra, lógicamente los de más fácil adquisición, a mejor precio y casi en las cantidades que desee. Consiga que un restaurante moscovita sirva su jamón de Huelva y estará a un paso de venderle polos a los esquimales. Créalo posible, no se engañe.