También con una fórmula similar a la del video-club, el cliente podrá alquilar equipos informáticos para cubrir sus necesidades temporales. Puede servir para quienes están de paso, no tienen el suficiente dinero para comprarse uno o necesitan realizar funciones que su ordenador no les permite. El alquiler puede hacerse a partir de un día, para ser usado en el propio local de contratación como si lo que desea el cliente es llevarlo a su casa. En este caso requiere de un instalador que esté continuamente verificando que ha sido entregado en perfectas condiciones, una vez operativo en la casa u oficina del cliente, y devuelto luego en iguales condiciones. En este caso también habrá que extremar los cuidados en el transporte de dichos equipos. Será importante disponer de una variedad de programas y complementos tecnológicos para cubrir desde las necesidades de un arquitecto a las de un estudiante en fin de curso. Un añadido muy oportuno es la oferta de un servicio de correo electrónico a cambio de un módico precio.