Se nos presenta alguien harto de quejarse de lo que considera un abuso y de tener la sensación de que nadie le hace caso, que sus conocidos piensan igual que él y que sin embargo las denuncias presentadas en comisaría o ante la administración no terminan de convencerle porque cree que no van a hacer nada, y si lo hacen tardará tanto tiempo que ya ni vale la pena.. Aunque parezca mentira, no hay nadie prácticamente a quien no le haya sucedido esto alguna vez en su vida ¿Qué hacer? ¿Y si alguien se encargara de difundir su problema a los medios de comunicación, insistiendo ante la administración e incluso ante quien le está perjudicando? Haría feliz a miles de personas con ello y ganaría dinero cobrando a los clientes una comisión por estos servicios de difusión directamente en los medios y a través de un boletín de quejas ciudadanas, que sería sufragado con la publicidad de decenas de anunciantes y produciría unos beneficios adicionales.