No basta con saber informática. Cuanto más se aprende, más se entra en contacto con situaciones novedosas que nos plantean problemas para los que no encontramos solución y que suelen responder a criterios muy sencillos pero que no se explican en los cursos. Es el momento de enseñarle esos trucos a través de un manual, acabando con esas encrucijadas que nos hacen parar el trabajo horas y horas, generalmente hasta que viene un amigo que sabe mucho y nos explica lo fácil que era salir de ellas.