La idea es poner en marcha una guardería para niños con deficiencias, por lo que la disposición del espacio, el mobiliario y los materiales empleados han de ser cuidadosamente seleccionados. No requiere de una inversión mucho más elevada que la de una guardería normal, pero su personal ha de estar altamente especializado. Ganarse la confianza de los familiares de los que acuden a la guardería, supone un triunfo porque muchos de ellos seguirán yendo durante muchos años.