Las clases particulares de pintura están teniendo un auge asombroso. Multiplican en poco tiempo su número de alumnos y sus ganancias. Pero su principal público, señoras desocupadas y de cierta edad en la mayor parte, estarían dispuestas también a aprender otras formas de artes plásticas y artesanías que se les propongan. Podemos comenzar con un pequeño local y alguien que les transmita esos conocimientos. Usted cobre.