Una escuela de oratoria no sólo forma actores. Las clases de oratoria son fundamentales para todos aquellos que deben hablar en público. Los pocos profesores que hay de oratoria están ganando auténtico dinero a base de quitarles los miedos y de enseñar a miles de personas a hablar con seguridad, con propiedad y conocimiento de causa. O mas bien a dar esa impresión. Si encuentra a la persona apropiada, contrátela o hágala su asociado. Pero inmediatamente, porque se las rifan ayuntamientos, departamentos de empresa (ventas, marketing...), profesores, publicistas, periodistas de medios audiovisuales, y, como no, faltaría más, los políticos.