La idea es acercar la gente de la ciudad al campo, mostrándole lo que no conocían o no habían vuelto a ver desde pequeños. La idea está comenzando a ser desarrollada todavía en muy pocos lugares pero con gran éxito, especialmente con público infantil. Lo mejor es tomar un inmueble en pleno campo y en zonas de actividades rurales tradicionales, acondicionarlo con numerosas camas o literas y crear un conjunto de rutas para observación y/o participación directa de actividades rurales. Entonces especifique el objeto de su actividad al organismo oficial de educación y enseñanza de su comunidad y, con su respaldo, ofrezca sus servicios a todos los colegios que pueda. Verá cómo se le empiezan a ocupar las semanas a lo largo del año con esos alumnos, que pasarán en su finca una o dos noches en tanto que por el día disfrutarán ordeñando ellos mismos las vacas, echándole de comer a las cabras y a los conejos, cultivando zanahorias, recogiendo papas, haciendo senderismo, reconociendo plantas y bosques y enterándose de la historia y costumbres tradicionales de la gente en los campos. La experiencia para los niños es impactante y forma parte del conjunto de sus actividades extraescolares, que es de donde cobra usted.