Es la cima de lo natural, un restaurante donde se tenga la garantía plena de que no se están empleando ningún tipo de aditivos, al menos en lo que a los propios alimentos se refiere. El sector de clientela capaz de hacer rentable un restaurante de estas características está principalmente entre el conjunto de turistas, muy concienciados algunos de los cuidados que hay que seguir con la alimentación. Y son conscientes de que por lo que reciben hay que pagar un extra que vale la pena.