Ahora tiene la posibilidad de organizar ferias de todo aquello que soñó y que cree interesante, aunque nadie se haya atrevido. Desde que se enteren que hay un montón de empresas de verdad, que se están haciendo transacciones comerciales con dinero real y que hay una oportunidades fuera de serie para comprar y vender, subastas y ofertas de saldo, etc., miles de personas querrán visitar la feria. Hágala igual a las que está acostumbrado, diseñe unos pabellones y alguien en la puerta de acceso que cobra la entrada a los clientes. Y no se olvide de la campaña promocional que conlleva, sin ella nadie se enterará del evento.