Cámara de Comercio y Cabildo de Tenerife promueven entre las empresas de la isla su incorporación a la Economía del Bien Común y analizan su contribución a logro de los objetivos de desarrollo sostenible de la Organización de Naciones Unidas.

Desde el año 2017, la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife y el Área de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Seguridad del Cabildo de Tenerife promueven entre las empresas de la isla el modelo económico y de gestión de la Economía del Bien Común (EBC), avalado por el Comité Económico y Social de la UE, el cual está basado en cinco valores: sostenibilidad ecológica, democracia y transparencia, dignidad humana, solidaridad y justicia social.

El desarrollo sostenible, ambiental, económico y social, se fundamenta en la confluencia de los intereses del sector empresarial, la ciudadanía y el sector público, pues todos los agentes deben tener metas compartidas. Por ello, el Área de Sostenibilidad del Cabildo de Tenerife, a través de las Asociaciones Federal y Canaria para el Fomento de la Economía del Bien Común, inició el proyecto "Tenerife, Isla del Bien Común" que, con un alto carácter participativo de la ciudadanía acoge, por fases, a empresas, municipios e isla en su globalidad, para implantar el modelo de la EBC. En este sentido, las primeras actividades desarrolladas en 2017 y 2018 se han destinado a las Empresas del Bien Común, en colaboración con la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, que han consistido en la difusión del modelo y consultorías para su implantación entre las empresas interesadas.

La Economía del Bien Común busca una economía real cuyas actividades produzcan un impacto social y medioambiental positivo, siguiendo los preceptos de la mayoría de las constituciones de países democráticos del mundo, que establecen que el último objetivo de la economía debe ser el de alcanzar al bienestar de toda la sociedad. En el caso de España, los artículos 33 y 128 de la Constitución establecen que la propiedad tiene una función social y que la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general.

El modelo económico actual promueve la competitividad en los mercados y mide los resultados sólo en función de los beneficios financieros, sin considerar lo que se aporta al bien común. En el modelo de EBC, el éxito económico no es medido solo por indicadores monetarios, como el balance económico-financiero y la cuenta de resultados, sino por el "Balance del Bien Común". Un sistema de evaluación objetivo y a cargo de un evaluador externo que se basa en los cinco valores referidos al principio y un conjunto de herramientas de evaluación con reconocimiento a nivel internacional, que permite ir valorando los resultados conseguidos en el tiempo, en un proceso de mejora continua, más sencillo que una norma ISO de calidad o de medio ambiente.

Es de destacar que la nueva versión 5.0 de la Matriz del Bien Común, que da como resultado el Balance de cada empresa, incorpora la vinculación de cada Indicador con diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU, facilitando a las empresas el análisis del cumplimiento de estos Objetivos. Los 17 ODS + Los Derechos Humanos = La Matriz del Bien Común.

Actualmente, 24 empresas de Tenerife se encuentran dentro del Proyecto "Tenerife, Isla del Bien Común" para cuyo desarrollo y mejora se encuentran asesoradas por consultores expertos en la materia que les están ayudando a mejorar en su contribución al interés General. Como ejemplo de las empresas participantes podemos encontrar a:

  • Iniciativas Industriales de Tenerife Siglo XXI, S.L. Dedicada a los servicios eléctricos y estudio de ingeniería industrial. Se decidieron a participar en este proyecto por coincidir los criterios e indicadores de la Economía del Bien Común con su filosofía de empresa, según nos explica su representante, Boris Hernández Hernández. Su opinión sobre el proceso tutelado que se sigue para su implantación no puede ser mejor: “La Auditoría en la que estamos inmersos (Peer to peer) es una gran herramienta, ya que no es una auditoría al uso, sino que uno mismo va descubriendo, sesión a sesión, lo que ha hecho bien hasta ahora en la empresa, en lo que respecta a la EBC, y lo que es mejorable, incluso puedes compartir e intercambiar opiniones e impresiones con el resto de los auditados en cada sesión, …” En este sentido, aunque ya partían del cumplimiento de indicadores medioambientales, durante este proceso los han aumentado, incluyendo la contratación de un proveedor de servicios financieros que cumpla con requisitos de calidad social y ecológica, y tienen previsto poner en marcha más acciones.
  • Grupo Shine presta servicios de formación, diseño de proyectos (sociales, educativos y deportivos), consultoría, recursos humanos y atención psicológica. Su preocupación por encontrar soluciones sostenibles y reducir al mínimo posible el impacto negativo de sus acciones, además de la importancia que tiene para ellos la promoción de modelos de trabajo más positivos, justos y sostenibles, les hizo decidirse por participar en el proyecto. Su gerente, Ricardo Márquez Ravelo, nos explica que el grupo de trabajo EBC les está ayudando a identificar e implantar medidas para la mejora de la transparencia y la movilidad sostenible hacia el lugar de trabajo; que se añadirán a las que ya mantenían como la selección ética de los clientes o la participación de todos sus empleados en la toma de decisiones de la empresa. En breve, comenzarán a trabajar con la banca ética.
  • Como ejemplo de las ventajas que tiene implantar este modelo económico para una empresa que ya lo tiene consolidado, José Juan Alejandro Martel, propietario del Hotel Avenida de Canarias, conoció la Economía del Bien Común en 2012 y se decidió implantarlo desde entonces, buscando opciones de gestión alternativas a las ya realizadas y para conseguir una mayor satisfacción con el trabajo realizado. Asegura que las que ya ha puesto en marcha a favor del desarrollo sostenible, como son reducir drásticamente su huella de CO2, eliminar casi totalmente el empleo de combustibles fósiles, incorporar aspectos sociales y laborales en la gestión, incorporar una gestión ética ante clientes y proveedores y cambios en la gestión financiera, le han proporcionado resultados tangibles como son el ahorro económico tras la reducción del impacto medioambiental, una mayor fidelidad de clientes y proveedores como consecuencia de una gestión ética, ahorro de costes laborales tras una mayor motivación de los trabajadores, acceso a clientes nuevos debido a su impacto social (uno de esos nuevos clientes es ahora su principal motor económico) y una mayor cooperación con organismos.