Para el presidente de La Cámara, Santiago Sesé, “en estos momentos es importante apostar por la excelencia del destino de forma decidida para conseguir compensar cantidad por calidad. Una calidad que se ha de conseguir aportando valor al destino, diferenciándolo del resto, y buscando el equilibrio perfecto en la oferta alojativa, para no poner en riesgo el modelo de éxito que se ha conseguido”.

 

“Menos cantidad y más calidad”, este podría ser el resumen del comportamiento de la actividad turística en las islas durante el primer trimestre del año 2019, según se desprende del último boletín de Coyuntura de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife elaborado por su Servicio de Estudios. De hecho, Canarias registró la entrada de 3.679.055 de turistas, 44.999 menos que en el primer trimestre de 2018 lo que supone una pérdida anual del 1,2%, pero con un gasto turístico total superior en un 4% respecto a las cifras de hace un año y un gasto medio diario por turista que avanza un 2,6%, situándose en los 143€/persona/día en marzo.

De este modo se siguen confirmando las previsiones de descenso de turistas por el incremento de la competencia de destinos como Egipto y Turquía al que se está desviando una parte importante del turismo alemán, el que más está cayendo, especialmente en la provincia oriental. A pesar de esta moderación, desde la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, se afirma que este comportamiento no debe crear una situación alarmista, sino una reacción por parte de los agentes económicos con medidas que amortigüen los descensos que se están produciendo en algunas tipologías de turistas.

Para el presidente de La Cámara, Santiago Sesé, “en estos momentos es importante apostar por la excelencia del destino de forma decidida para conseguir compensar cantidad por calidad, además de continuar promocionando las islas en otros potenciales países emisores de turistas como está haciendo ahora Turismo de Tenerife con promociones en Bélgica y Holanda.

Una calidad que se ha de conseguir aportando valor al destino, diferenciándolo del resto y buscando el equilibrio perfecto en la oferta alojativa, para no poner en riesgo el modelo de éxito que se ha alcanzado”. “Canarias tiene que conseguir regular el alquiler vacacional bajo unas condiciones que no pongan en riesgo la viabilidad de nuestra planta hotelera, ni los puestos de trabajo que genera”, afirma Sesé. Un sector, el de los hoteles, que sí comienza a resentirse no solo por la moderada pérdida de turistas extranjeros, sino por la competencia desleal de la “explosión” de la vivienda vacacional que se ha producido en el archipiélago durante los últimos años.

De hecho, los viajeros alojados en los hoteles canarios, contabilizados por el INE, disminuyeron durante el primer trimestre del año un 1,5% respecto a los de hace un año. Descenso se debió sólo a la caída del número de viajeros residentes en el extranjero (-2,6%), que no pudo ser compensada por el importante incremento de los residentes en España (5,1%). La estancia media en el trimestre fue un 2,7% inferior a la del primer trimestre de 2018, el número de pernoctaciones descendió un 4% y el índice de ocupación cayó 4,1 puntos situándose en el mes de marzo en un 72,5%, por encima de la ocupación media nacional (53%).

Una merma en la actividad hotelera que se ha notado en los ingresos por habitación disponible, que fueron inferiores en cada uno de los meses del trimestre a los obtenidos en 2018 (-5,8% enero, -8,8% febrero y -6,6% marzo) y en indicadores como la tarifa media diaria de los hoteles canarios que desciende en marzo un 3,8% anual, según el Indicador de Rentabilidad del Sector Hotelero (ADR) y el Índice de Precios Hoteleros que se sitúa en los 127,9 puntos, 1,8% por debajo del de marzo de 2018.

Sin embargo, las cifras de empleo no se han resentido, tal y como se aprecia en la Encuesta de Ocupación en Alojamientos Turísticos, elaborada por el INE, según la cual el personal empleado en establecimientos hoteleros registró un aumento interanual del 2% en el promedio del primer trimestre Atendiendo no solo al sector alojativo, sino al de restauración también se aprecia una mejora en los afiliados a la seguridad social en la actividad de hostelería, con un 0,9% en su media trimestral respecto al año anterior, mientras que el paro registrado en hostelería rompe la tendencia de descenso iniciada a finales de Las expectativas se moderan

La menor actividad propia del segundo trimestre de cada año, una vez que finaliza la Semana Santa y antes del periodo estival, y la incertidumbre en la que está inmersa el sector por el devenir de los principales países emisores de turistas al archipiélago, se ha traducido en un retroceso del Indicador de Confianza Empresarial entre las empresas de transporte y hostelería del 2,1%.

Un 21% de los empresarios afirmó haber mejorado su actividad durante el primer trimestre del año, frente a un 25% que acusó un empeoramiento. Un saldo negativo de 4 puntos que se acentúa de cara a las expectativas para el periodo que va de abril a junio ya que las respuestas favorables se reducen hasta el 15% y las desfavorables aumenta hasta el 34%. El 51% restante de los empresarios cree que mantendrá su nivel de actividad.