El presidente de la Cámara, Santiago Sesé, se muestra preocupado por la sostenibilidad del pequeño comercio, que “se encuentra inmerso en una continua merma de su margen comercial y de su rentabilidad” y reclama la puesta en marcha de un plan integral de actuación para el sector.El Índice de Comercio al por Menor mantiene resultados anuales positivos (1,7%), mejorando el dato del año anterior (0,6%).

El Índice de Comercio al por Menor (ICM) registró resultados positivos en Canarias durante el segundo trimestre del año, con una variación del 1,7% en relación a las ventas del mismo trimestre de 2018. A nivel nacional el promedio trimestral aumentó anualmente a una tasa ligeramente superior a la canaria (1,8%). Así lo refleja el análisis de los datos que ha realizado la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife en su Boletín de Coyuntura del Comercio, de la mano de Cajasiete, y que fue presentado hoy por el presidente de la entidad cameral, Santiago Sesé; su directora general, Lola Pérez; y el director general en Canarias de la entidad financiera, Manuel del Castillo.

No solo las cifras de ventas comerciales son positivas. También arrojan buenos resultados los datos de empleo. Así, el Índice de Ocupación del Comercio Minorista, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), muestra un alza del empleo en el sector a una tasa anual del 1,1% entre abril y junio, una décima por encima del crecimiento medio nacional para el mismo periodo (1%). No obstante, este incremento de la ocupación viene desacelerándose desde hace dos años, cuando llegó a alcanzar el 4,4%.

Pese a la favorable evolución del sector comercial en su conjunto, la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife advierte de la importancia de atender a los distintos tipos de producto (alimentación, equipamiento personal, equipamiento del hogar y otros bienes), modos de distribución (comercios individuales, pequeñas cadenas, grandes cadenas y grandes superficies) y zonas, ya que en muchas ocasiones los comportamientos no son similares, lo que puede ocultar carencias que, a juicio de la institución, es necesario afrontar con actuaciones privadas y políticas concretas que favorezcan un crecimiento integral y homogéneo del sector. 

En este sentido el presidente cameral, Santiago Sesé, muestra su preocupación por el devenir y sostenibilidad del pequeño comercio de las Islas, que “se encuentra inmerso en una continua merma de su resultado comercial y, por tanto, de su rentabilidad, en un mercado cada vez más agresivo en promociones y descuentos, que prácticamente se mantienen todo el año, sin que se aprecien diferencias sustanciales entre las temporadas de lanzamiento de las campañas y las de rebajas”. Según Sesé, esta política de descuentos obliga al empresario a reducir márgenes para poder vender la mercancía en un sector  cada vez más competitivo, no solo en precio, sino en formatos de venta, lo que “pone en riesgo su viabilidad económica y su continuidad”. Esta situación se refleja en la merma del número de empresas comerciales con algún trabajador a cargo, que ha descendido un 2,3% en relación al mismo trimestre del año pasado. 

Sesé abogó por la puesta en práctica de un plan integral de actuación que contemple medidas específicas destinadas a abordar problemas concretos, en función de las diferentes zonas, tipos de productos y tipología de empresas, al tiempo que animó a promover la digitalización de las empresas y a profundizar en la formación -una “asignatura pendiente”, dijo-, dirigida tanto a los trabajadores como a los propios empresarios. 

Por su parte, el director general de Cajasiete, Manuel del Castillo, reconoció que los datos “no son malos”, pero advirtió de las consecuencias que podría tener para el sector un cambio de las condiciones financieras o una caída más pronunciada del turismo. Por ello, remarcó la importancia de que el tejido comercial “esté preparado” y gane en potencia.

El incremento experimentado por el sector en las Islas responde, en especial, al aumento de los meses de abril y mayo, que presentaron variaciones del 2,3% y 2,4% respecto al índice de hace un año. Con este nuevo impulso, el sector mejora incluso los resultados obtenidos doce meses atrás, cuando este mismo índice crecía a una tasa del 0,6%. Entonces se esperaba que estos registros fuesen el inicio de una etapa de estabilidad en el consumo, frente a los crecimientos de ejercicios anteriores. De hecho, en el tercer trimestre de 2018 se llegó a producir un retroceso anual del 2,1%, al que siguió una recuperación con variaciones positivas en los trimestres posteriores: un 0,6% en el cuarto de ese año y un 0,5% en el primero de 2019.recuperación con variaciones positivas en los trimestres posteriores: un 0,6% en el cuarto de ese año y un 0,5% en el primero de 2019.

Además del Índice de Ocupación del Comercio Minorista, otros indicadores del mercado laboral confirman este progreso, como el promedio de afiliados a la Seguridad Social en la rama de actividad comercial, que durante el segundo trimestre aumentó un 0,7%. A 30 de junio, el número de afiliaciones del comercio canario alcanzó las 158.874, un dato que supone 1.361 afiliados más que en la misma fecha de 2018. Por otro lado, el número de parados inscritos en las oficinas de empleo continuó el descenso iniciado hace cinco años y registró una caída media del 4%. El volumen de desempleados al finalizar junio ascendía a 33.603 personas, 1.376 menos que en el mismo momento del ejercicio anterior.

Expectativas inciertas

Otro indicador más cualitativo, el de confianza empresarial, ofrece datos que, según la Cámara, apuntan a la necesidad de adoptar medidas para mantener la solidez del sector, puesto que indican un aumento de la incertidumbre entre los empresarios del sector. En la encuesta del mes de julio se registró un índice del -2,5%, al evaluar los resultados alcanzados por las empresas comerciales canarias en el segundo trimestre del año y las expectativas que tenían para este verano.según la Cámara, apuntan a la necesidad de adoptar medidas para mantener la solidez del sector, puesto que indican un aumento de la incertidumbre entre los empresarios del sector.

En la encuesta del mes de julio se registró un índice del -2,5%, al evaluar los resultados alcanzados por las empresas comerciales canarias en el segundo trimestre del año y las expectativas que tenían para este verano.De hecho, la estabilidad fue la tónica que marcó el comportamiento de la actividad comercial durante el periodo comprendido entre abril y junio. Un 56% de los comerciantes afirma haber mantenido estables sus resultados. La proporción de empresarios pesimistas (30%) superó la de los optimistas (14%).

En cuanto a las expectativas para los meses de julio, agosto y septiembre, las respuestas de estabilidad se incrementan hasta el 64% y las desfavorables se moderan considerablemente (20%), aunque siguen superando a las favorables (16%).se incrementan hasta el 64% y las desfavorables se moderan considerablemente (20%), aunque siguen superando a las favorables (16%).Otro de los indicadores que muestra un comportamiento de contención es el referido al número de empresas con trabajadores dados de alta e inscritas a la Seguridad Social, cifra elaborada por el Instituto Canario de Estadística (Istac) a partir de los datos del Ministerio de Trabajo, referidos al último día del último mes del trimestre. Esta fuente muestra que en Canarias existían en el mes de junio un total de 14.902 empresas con algún trabajador a su cargo inscritas en actividades comerciales, incluida la reparación de vehículos, lo que supone un descenso anual del 2,3%, con 350 empresas menos que en junio de 2018. Esta disminución está motivada principalmente, por la caída de los comercios minoristas (-319), ya que los mayoristas descendieron en menor medida (-50) y las empresas de venta y reparación de vehículos de motor aumentaron su número anualmente (19).