Santiago Sesé sostiene que la caída del touroperador puede desencadenar una crisis que vaya más allá del sector turístico para afectar al conjunto de la economía canaria.. El presidente de la institución destaca que el turismo ha sido “fundamental” para la recuperación económica de las Islas y alerta del riesgo de dejarlo caer. La entidad apoya la rebaja de las tasas aeroportuarias y reclama un presupuesto “extraordinario” amparado en el régimen singular del Archipiélago. Sesé propone que el protocolo que se sigue para atender a los clientes afectados evolucione hacia un Plan de Choque con medidas integrales. 

 El presidente de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Santiago Sesé, afirma que la quiebra del touroperador Thomas Cook es “un asunto de Estado” cuya gravedad y urgencia exigen la adopción de medidas “inmediatas”. “Demorarlas sería un error que podría pagarse caro”, advierte el dirigente cameral, que destaca el papel “fundamental” que ha desempeñado el sector turístico en la recuperación económica del Archipiélago. No obstante, Sesé alerta de que la caída de la compañía británica “puede desencadenar una crisis que vaya más allá del turismo para contagiarse al conjunto de la economía canaria”.

“Restauración, transporte, proveedores de toda índole, actividad comercial... La viabilidad de un importante volumen de empresas que desarrollan un sinfín de actividades se encuentra comprometida si no se atajan con rapidez y decisión las consecuencias del cierre de Thomas Cook”, asegura el presidente de la entidad, que urge al Gobierno central a tomar las medidas precisas antes de que sea tarde para que surtan efecto. “Es cierto -expone- que la situación no afecta solo a Canarias, pero también lo es que Canarias está a las puertas de su temporada alta, que comienza el 1 de noviembre, por lo que actuar es incluso más apremiante que en destinos como Baleares, donde muchos de sus establecimientos se disponen a cerrar, por lo que cuentan con un mayor margen de tiempo para recuperarse”. Según Sesé, “la resolución de esta crisis del sector será clave para garantizar la sostenibilidad de la economía y el empleo de las Islas en el corto y medio plazo”.

La Cámara comparte las medidas que han solicitado al Ejecutivo central tanto las administraciones canarias como las patronales turísticas de las Islas, caso de la aplicación de incentivos fiscales al combustible y una rebaja de las tasas aeroportuarias con la que poder mantener la conectividad y seguir facilitando la llegada de visitantes a la región. El presidente de la entidad considera que mientras duren los efectos para Canarias de la quiebra del touroperador es necesario acometer una reducción sensible de las tasas, pero entiende que también es recomendable, una vez superados los peores momentos, reflexionar acerca de la conveniencia de mantenerlas rebajadas como un estímulo para favorecer la conectividad de la que tanto depende la economía de las Islas, como se está demostrando.

También sugiere Sesé que se explore la posibilidad de aplicar bonificaciones a las empresas más afectadas, cuyo sostenimiento “puede estar en serio peligro en una situación como la actual, que a esta crisis suma los efectos del retroceso turístico y los problemas por los que atraviesan algunas aerolíneas”. Igualmente, propone que se facilite el acceso a instrumentos de financiación en condiciones favorables que permitan a los sectores más perjudicados sobrellevar esta situación y mantener los niveles de empleo. Por otro lado, la institución cameral llama al sector a adoptar una posición de unidad que, con el respaldo de las administraciones, dotará de mayor fuerza las actuaciones que tuviera que emprender en el ámbito jurídico para reclamar las posibles compensaciones a las que la situación creada por la quiebra de Thomas Cook pueda dar lugar.

La Cámara de Comercio recuerda que el sector turístico aporta a la sociedad y a la economía más de lo que recibe de los presupuestos públicos. “Este es el momento de que se produzca un refuerzo presupuestario”, apunta Sesé. Se trata, añade el presidente de la institución, de “una decisión estratégica necesaria para que los empresarios hagan frente a una situación extraordinaria”. En este sentido, la institución anima a hacer uso de los instrumentos que Canarias tiene a su alcance, caso del Régimen Económico y Fiscal (REF), al amparo del cual podría habilitarse “un presupuesto extraordinario para compensar la pérdida transitoria de conectividad y mitigar su impacto sobre un sector clave para la economía de la región”.

Bajo el paraguas que proporciona el fuero canario, indica Santiago Sesé, pueden arbitrarse medidas presupuestarias y bonificaciones laborales y fiscales que estimulen la recuperación de la actividad, ejecutar actuaciones de promoción y desarrollo económico -como un plan estratégico de promoción turística, expresamente contemplado en el REF- y difundir entre los diferentes operadores y compañías las ventajas que ofrece la Zona Especial Canaria (ZEC).

“El Gobierno no debe dejar solos a los empresarios hoteleros en el difícil proceso de llenar el hueco que deja Thomas Cook”, afirma Santiago Sesé, que para ello sugiere que el Ejecutivo respalde a los hoteles en las negociaciones con otros touroperadores, así como que promueva la creación de puntos de encuentro entre estos establecimientos y las compañías aéreas para establecer acuerdos y estimular la afluencia de nuevos visitantes al destino”.

Plan de Choque

Según el presidente de la Cámara, es necesario que el protocolo inicial de actuación con el que se está dando respuesta a la situación que aún viven los turistas británicos afectados por la quiebra de Thomas Cook evolucione hacia un Plan de Choque con el que encarar los riesgos que para el Archipiélago entraña esta situación. En él debe primar, agrega, “la altura de miras” por parte de todos los implicados. Para ello, a juicio de Sesé, es necesario acometer un diagnóstico “detallado, real y diferenciado por islas” del impacto ocasionado por la quiebra del touroperador. Según el dirigente cameral, este análisis debe tener en cuenta aspectos como la pérdida de conectividad y sus costes asociados y las consecuencias que esta crisis pueda ocasionar sobre el sector turístico y las actividades que dependen de él, así como sobre el empleo que generan.

Pero en este Plan de Choque, puntualiza, han de contemplarse soluciones no solo al problema actual de la caída de Thomas Cook, sino también otras con las que afrontar el riesgo de un posible Brexit, el anuncio del cierre de bases de algunas compañías aéreas o la recesión de la economía alemana, entre otros factores que amenazan la economía y el sector turístico canario.

La Cámara también recibiría como un paso “positivo” la creación de una comisión conformada por representantes de las consejerías del Gobierno canario con competencias en la materia (Comercio, Industria y Turismo; Economía, Conocimiento y Empleo; y Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos), cabildos y representantes de las empresas y de los trabajadores, que aportara soluciones y nuevas medidas y realizase un seguimiento estrecho de las que se fueran aplicando.