El retroceso del mercado laboral canario demanda la atención prioritaria del Gobierno.. El presidente cameral, Santiago Sesé, opina que “es el momento de buscar estímulos económicos y fiscales; de iniciar reformas estructurales para mejorar la empleabilidad de los parados, la productividad de ocupados, empresas y administración pública; y de estimular la inversión pública y privada.” . Canarias registra la primera subida anual, en seis años, en su número de parados durante un tercer. En el último año los desempleados han crecido en 17.300 personas hasta situar la tasa de paro en el 21,2%, 7,3 puntos por encima de la tasa nacional (13,9%).. El número de ocupados desciende anualmente por primera vez desde la encuesta de marzo de 2017 cuando ser redujo un leve 0,7%, pero una tasa similar a la caída actual del 2%, por primera vez desde septiembre del año 2013 (-2,6%).

La Encuesta de Población Activa (EPA) publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística constata la desaceleración de la economía canaria con un aumento en el número de parados en 400 personas durante el tercer trimestre del año y un descenso en la ocupación de 8.100 trabajadores. La tasa de paro crece un 0,2% en los meses de verano, frente al retroceso del 0,1% experimentado a nivel nacional, hasta situarse en el 21,2% de la población activa. Unos datos nada halagüeños que a juicio de la institución cameral nos obligan a adoptar con urgencia medidas anticíclicas que promuevan la actividad económica y el  sostenimiento del empleo en Canarias.

En esta línea el presidente de la institución cameral, Santiago Sesé, insiste en la necesidad de adoptar políticas que, por supuesto, no asfixien a los autónomos y pymes, cuyos márgenes son cada vez más reducidos poniendo en riesgo su sostenibilidad en los próximos años y actuaciones que mejoren la inversión productiva propiciando efectos multiplicadores en la economía”. Para el presidente cameral ahora es el momento de buscar estímulos económicos y fiscales a corto plazo; de iniciar reformas estructurales de calado orientadas a la educación y a la agilización administrativa para conseguir mejorar la empleabilidad de los desempleados, la productividad de ocupados, empresas y administración pública; y de estimular la inversión pública y privada. “

“Un conjunto de medidas que no solo permitirán mantener los ingresos públicos, actualmente amenazados por la caída de la actividad empresarial y del empleo, sino mantener la reorientación social y contra el cambio climático que defiende el ejecutivo autonómico en su actual programa de gobierno”, apunta Sesé.

“Los pequeños y medianos empresarios queremos, como no puede ser de otra manera, que el estado del bienestar crezca en Canarias, que mejore el apoyo a la dependencia, que se reduzcan los niveles de pobreza, que se promuevan políticas activas de empleo y el desarrollo de las energías renovables, entre otros muchos aspectos, ya que ello nos hará avanzar como sociedad, pero para que podamos contribuir a alcanzar esos objetivos tienen que darse las circunstancias propicias para mantener nuestras empresas y los puestos de trabajo que generamos”, concluye.

El mercado laboral cambia su tendencia

Hace justo un año el mercado laboral de las islas alcanzaba máximos de recuperación tras la profunda crisis vivida, con una tasa de paro que se situaba por debajo del 20% (19,64%), más de 900.000 ocupados (909.300) y 222.300 parados.

Un año después, es escenario es diferente como consecuencia de la progresiva desaceleración de nuestra economía, que no ha podido ser ajena a la situación de incertidumbre y deterioro de la economía internacional y a la inestabilidad política nacional. Así, al cierre del tercer trimestre del año la tasa de paro del archipiélago se sitúa en el 21,2%, el número de ocupados retrocede en un año en 18.100 personas hasta situar la cifra total en los 891.200 ocupados y el desempleo aumenta, por primera vez en este trimestre desde el año 2013, en 17.300 personas hasta los 239.600 parados en el archipiélago; y todo ello sin que la población activa, esto es, la que puede y quiere trabajar haya continuado presionando el mercado laboral, pues esta se ha visto disminuida en 800 personas desde septiembre de 2018.

Por sectores, los han visto reducir su cifra de ocupados, también porque son los más intensivos en mano de obra, han sido el de servicios con 23.000 ocupados menos en el último año (-8,4%) y la construcción con 4.400 (-2,9%). Por el contrario, el sector primario y la industria han conseguido mejorar sus registros anuales. Desde el lado del desempleo el sector económico que más ha visto crecer su número de parados ha sido el de servicios con 10.300 más, que suponen un crecimiento anual del 12,5%. También destaca el crecimiento del colectivo de personas que buscan su primer empleo o llevan más de un año parados con un incremento del 8,9% y 10.700 parados más que en el tercer trimestre de 2018.