Los datos de la Encuesta de Población Activa conocidos en el día de hoy son un “espejismo” de lo que nos gustaría que realmente fueran. Será a partir del segundo trimestre del año cuando se comiencen a percibir los nocivos efectos que supondrá tener paralizada gran parte de la actividad empresarial  Santiago Sesé, ha insistido en la importancia de la prolongación de los ERTES una vez se levante el estado de alarma ya que, “si no se prolongan estos y se modula la incorporación de los trabajadores a las empresas al ritmo que se vaya recuperando la actividad en los diferentes sectores de la economía, se abocará a la economía a una gran  strucción de empresas y con ello a un incremento insostenible del desempleo”.

Los datos de la Encuesta de Población Activa conocidos en el día de hoy son un “espejismo” de lo que nos gustaría que realmente fueran, con un retroceso en el número de parados de 2.100 personas en el trimestre y una tasa de paro que permanece estable en el 18,8%.

Sin embargo, estas cifras no responden a la situación real del mercado de trabajo pues parte de las personas que perdieron su puesto de trabajo durante los últimos quince días del mes de marzo, una vez decretado el estado de alarma, pasaron a ser población inactiva en lugar de población activa en búsqueda de empleo, debido a que no han podido cumplir con las condiciones de búsqueda de trabajo que la definición de paro de la EPA determina para que sean considerados como tal. Además, en el descenso de 10.100 ocupadas durante el trimestre- 9.400 empleos privados y 700 públicos- no se han tenido en cuenta a las personas acogidas a un ERTE, en torno a las 200.000 en el archipiélago ya que, a efectos de la encuesta,se consideran personas ocupadas por estar en suspensión de empleo por un periodo inferior a los 3 meses.

El peor registro de parados que alcanzó el archipiélago durante la pasada crisis fue el correspondiente al tercer trimestre del año 2013, con 384.000 desempleados según la EPA. Si a los datos conocidos en el día de hoy de 215.300 parados le sumáramos parte del volumen de trabajadores dependientes que en estos momentos están acogidos a un ERTE, parte de los autónomos que han declarado cese de actividad y parte de los parados que se han clasificado como inactivos en esta EPA por no cumplir los requisitos para considerarse población activa, la cifra de desempleados que registraría Canarias sería significativamente mayor.

Por todo ello, desde la institución cameral se afirma que los datos conocidos en el día de hoy no permiten detectar el impacto real de la crisis sanitaria en el mercado laboral de las islas, siendo a partir del segundo trimestre del año cuando se comenzarán a percibir los nocivos efectos que supondrá tener paralizada o con una mínima demanda al tejido empresarial de las islas.

A la luz de los resultados el presidente cameral, Santiago Sesé, ha insistido en la importancia de la prolongación de los ERTES una vez se levante el estado de alarma ya que, “si no se prolongan estos y se modula la incorporación de los trabajadores a las empresas al ritmo que se vaya recuperando la actividad en los diferentes sectores de la economía, se abocará a la economía a una gran destrucción de empresas y con ello a un incremento insostenible del desempleo”.

Según afirma el dirigente cameral, es necesario que “los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) utilizados para salvaguardar los puestos de trabajo en las empresas se doten de una mayor flexibilidad y progresividad, con el objetivo de que puedan prolongarse mientras la actividad no se recupere por completo y, de esta manera, incorporar de forma paulatina a los trabajadores.” Para Sesé, la reapertura de los establecimientos no significará automáticamente, ni siquiera a medio plazo, el restablecimiento de la actividad, por lo que las empresas tendrán que afrontar una situación marcada por la escasez de ingresos. La modulación de los ERTE puede contribuir a mantener el empleo, que debe ser la primera prioridad en estos momentos.

La Cámara reconoce que los expedientes de regulación temporal son una medida muy positiva que ha evitado que se produzcan despidos masivos, pero entiende que es necesario flexibilizarlos. Las empresas, de cualquier actividad, cuentan con una estructura, una plantilla y una capacidad de gasto acordes a una demanda en concreto. Si esta se desploma, como previsiblemente ocurrirá durante los momentos inmediatamente posteriores al levantamiento del estado de alarma, tendrán serias dificultades para mantener sus niveles de empleo y peligrará su supervivencia.

Un balance trimestral que no se ajusta a la realidad

Siendo conscientes de la infraestimación de los datos ya comentadas a la hora de interpretar la Encuesta de Población Activa conocida en el día de hoy, los resultados muestran que el mercado laboral canario destruyó 10.000 empleos en el trimestre, lo que no impidió que la cifra se situara por encima de la de hace un año con 37.800 ocupados más.

Por otra parte, el número de parados se redujo en 2.100 personas entre enero y marzo, al igual que respecto a las cifras de hace un año con 22.400 parados menos. Por su parte la tasa de paro se mantiene estable respecto a la registrada a finales del pasado año alcanzado al 18,8% de la población activa, un 2,9% inferior a la registrada en el primer trimestre de 2019. Comportamientos irreales que no responden al parón económico en el que está inmerso el archipiélago y que sitúan el número de ocupados en las 930.200 personas y el de parados en los 215.300.

Véase detalle del informe en la Web http://estudios.camaratenerife.com/