La Cámara pide que todas las empresas del sector, independientemente de su tamaño, puedan optar a ayudas por su carácter “estratégico”.  El Índice de Producción Industrial crece un 0,1% entre enero y marzo. El trimestre finaliza con 1.666 afiliados menos y 902 parados más que en 2019.  La entidad aconseja reforzar la promoción de la marca Elaborado en Canarias

 La industria canaria consiguió mantener su producción durante el primer trimestre de 2020, aunque los datos reflejan ya el primer impacto de la crisis provocada por la epidemia de coronavirus. Según el último boletín de coyuntura industrial elaborado por el Servicio de Estudios de la Cámara de Santa Cruz de Tenerife, el Índice de Producción Industrial (IPI), registró en este periodo, después de tres trimestres a la baja, un ligero aumento anual, del 0,1%, que contrasta con la caída del 5% que experimenta el sector en el conjunto del país. Por contra, el promedio trimestral de afiliados a la Seguridad Social retrocedió un 1,4% y el de paro registrado creció un 6%.

Ante el ya palpable deterioro que sufre esta actividad, como toda la economía canaria, la Cámara reclama que las empresas industriales, independientemente de su tamaño, puedan participar en las líneas de apoyo que se pongan en marcha para afrontar la crisis. Se trata, advierte el presidente de la entidad, Santiago Sesé, “no solo de evitar las cuantiosas pérdidas o los cierres que se puedan producir, sino también de que este sector estratégico salga reforzado de esta situación y pueda contribuir en mayor medida a la diversificación económica de las Islas y a la generación de empleo cualificado y estable”.

La Cámara aconseja también intensificar la promoción de la marca Elaborado en Canarias y de los productos de Kilómetro Cero, que identifican los productos originarios o realizados en las Islas. “Es necesario insistir en las ventajas y beneficios que reporta el consumo de sus producciones para el conjunto de la sociedad”, explica Sesé, que también plantea prestar apoyo a las administraciones locales para estimular el desarrollo de suelo de uso industrial y logístico, dado que, recuerda Sesé, las dificultades de acceso al suelo adecuado suponen un freno al crecimiento de la actividad en Canarias

La entidad cree preciso, asimismo, promover la formación digital en el sector para favorecer la reconversión de las plantillas hacia nuevos perfiles profesionales ajustados a las nuevas demandas. En este proceso de adaptación y modernización, pide que se facilite el acceso de las empresas a servicios avanzados de consultoría estratégica orientados a los cambios que deban realizarse como consecuencia de la crisis del Covid-19 y a la modernización del negocio.

Los principales responsables del ligero incremento anual del índice de producción industrial en el primer trimestre fueron los bienes de consumo no duradero y la energía, que presentaron un alza del 5% y 0,5%, respectivamente. Por el contrario, los bienes de consumo duradero (-20,5%), los bienes de equipo (-6,4%) y los bienes intermedios (-5,2%) experimentaron retrocesos en la producción respecto a las cifras de hace un año.

En cuanto al mercado de trabajo, la disminución del 1,4% en el promedio trimestral de afiliados a la Seguridad Social se traduce en 1.666 cotizantes menos en el sector que al cierre del primer trimestre de 2019. Marzo terminó con 37.509 trabajadores industriales afiliados, una cifra similar a la que contabilizaba la industria canaria a mediados de 2017. La variación mensual fue mayor en el tercer mes del año, con un retroceso de 1.491 afiliaciones, ya que en enero la caída mensual fue de tan solo 580 y en febrero se produjo una subida de 418.

El paro registrado se incrementó un 6% en el promedio del trimestre en relación con el mismo periodo de 2019. El sector registró en enero un crecimiento mensual en el número de personas inscritas en las oficinas de empleo de 137, mientras que en febrero el paro retrocedió en 88 y en marzo se produjo en mayor ascenso, 579 parados más que en el mes anterior. En tasas interanuales, en todos los meses se produjeron ascensos: un 3,6% en enero, un 3% en febrero y un 11,3% en marzo. El trimestre finaliza con 8.861 desempleados, 902 más que un año antes, una cifra que tampoco se veía desde mediados de 2017.

El número de empresas del sector también se ha resentido. La cifra de firmas industriales con algún trabajador inscritas en la Seguridad Social retrocede por segundo trimestre consecutivo, tras la caída del -0,5% experimentada entre octubre y diciembre. Sin embargo, el descenso es mucho más intenso en este arranque de 2020: un 5,2% menos que en el primer trimestre de 2019, lo que supone una pérdida de 155 empresas. Al cierre de marzo había en Canarias 2.840 empresas industriales con algún trabajador.

Tras el primer impacto de la crisis, la industria no ve el horizonte cercano con buenas perspectivas, puesto que una parte de su oferta tenía como destinatario el consumo de los turistas que, al menos en el corto plazo, han desaparecido. Además, el descenso en la construcción ha arrastrado a la industria de bienes intermedios, productora de muchos de los suministros que las empresas constructoras necesitan. Así, el Indicador de Confianza Empresarial Armonizado (ICEA) del sector industrial empeoró un 28,1% en la encuesta de abril, un deterioro motivado tanto por el descenso de los resultados obtenidos durante el primer trimestre como por unas perspectivas más pesimistas para el segundo. El 53,5% de los industriales cerró el primer trimestre con resultados negativos, un 40,9% pudo mantener su actividad en los mismos niveles que a finales de 2019 y tan solo un 5,6% logró mejorarla. Las expectativas son aún peores, con un incremento de las respuestas desfavorables hasta abarcar el 77% de los empresarios y una bajada en las respuestas que prevén estabilidad y las favorables, que representan el 21% y el 2% del total, respectivamente.