La entidad pide al presidente del Gobierno canario que haga valer el REF para conseguir medidas que permitan mantener el tejido productivo y el empleo en las Islas.  Las Cámaras de Canarias se reunieron hoy con el jefe del Ejecutivo para plantear sus aportaciones al Plan de Reactivación Social y Económica.. Santiago Sesé advierte de la necesidad de rebajar las tasas aéreas para recuperar la conectividad y llama la atención sobre la delicada situación del sector comercial  “Si no se garantiza la supervivencia de las empresas, peligra el sostenimiento de los servicios esenciales”, afirma el presidente de la Cámara tinerfeña

La Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife demanda la aplicación de medidas concretas que contribuyan al mantenimiento del tejido productivo y el empleo en Canarias para que el Archipiélago pueda sobreponerse a la crisis provocada por la epidemia de Covid-19.

El presidente de la entidad, Santiago Sesé, trasladó hoy al presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres, la necesidad de que el Ejecutivo haga valer las especificidades de las Islas, plasmadas en su Régimen Económico y Fiscal (REF), para que las cotizaciones a la Seguridad Social de los trabajadores y autónomos de las Islas se vean reducidas, mientras persistan los efectos económicos de la pandemia, y así estimular la generación de empleo.

La entidad cameral mantuvo hoy, junto al resto de las Cámaras canarias (Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura), una reunión con Torres y otros miembros de su gabinete, quienes invitaron a estas corporaciones de derecho público a sumarse al Plan de Reactivación Social y Económica con el que el Gobierno pretende hacer frente a las consecuencias de la epidemia. Las cámaras comparten la importancia de alcanzar un pacto que reúna a los principales agentes políticos, económicos y sociales y entienden que el documento base planteado por el Ejecutivo es “necesario” y refleja las prioridades que deben atenderse para mitigar el impacto de la crisis sanitaria y socioeconómica. Al mismo tiempo, los representantes camerales detallaron el conjunto de propuestas que han consensuado para buscar una salida a la compleja situación que ha generado el virus. Se trata de medidas que se han de abordar con contundencia y confianza y desde la colaboración público-privada y que se dividen en tres bloques, correspondientes a cada una de las fases en las que, a su juicio, debe afrontarse la crisis:supervivencia económica, recuperación y reconstrucción.

Las actuaciones con las que hacer frente a las consecuencias económicas y sociales de la pandemia tienen que articularse y negociarse, además, tanto en el ámbito europeo - dado el especial estatus de que disfruta Canarias en la UE como región ultraperiférica (RUP)- como en el nacional y el regional, y dentro de este último, con la necesaria coordinación entre las políticas autonómicas, insulares y municipales, de forma que se unifiquen esfuerzos y se garantice un abordaje integral y eficaz del problema.

Las Cámaras ofrecieron su colaboración al Gobierno para trabajar “codo con codo” con el objetivo de salvaguardar los intereses de los empresarios y sus trabajadores en el difícil ciclo que ha abierto el Covid-19. Estas entidades son las que mantienen un contacto más estrecho con las pequeñas y medianas empresas y los autónomos -que constituyen la inmensa mayoría del tejido empresarial y generan la mayor parte del empleo en el Archipiélago-, a quienes acompañan durante toda su trayectoria, y en especial en sus momentos más delicados, prestándoles asesoramiento y formación.

Santiago Sesé recuerda que Canarias es la comunidad autónoma más afectada económicamente por la pandemia, pese a que la incidencia del virus ha sido menor que en otras regiones del país. La dependencia de la demanda externa y del sector turístico ha dejado al tejido productivo del Archipiélago en una situación de extrema vulnerabilidad. “Es el momento -afirma el presidente de la Cámara tinerfeña- de hacer valer más que nunca nuestro REF, concebido para ponernos en igualdad de condiciones con el resto de territorios españoles”. Según Sesé, “la situación es excepcional y exige, por ello, medidas excepcionales que pueden desarrollarse bajo el paraguas del fuero canario”.

Las aportaciones de las Cámaras se dirigen a asegurar el mantenimiento de las empresas y de los puestos de trabajo que crean. “Si no se garantiza su supervivencia, peligra el sostenimiento de los servicios públicos esenciales, como la sanidad y la educación, puesto que es la actividad económica la que suministra, vía tributación, los recursos de los que se nutren”, advierte el presidente de la entidad tinerfeña. A juicio de Sesé, “la aplicación de medidas de las que se beneficien directamente las empresas ayudará a evitar la destrucción de tejido productivo y a que se incrementen aún más los índices de desempleo, así como a frenar una nueva expansión de la economía sumergida, como ocurrió durante la anterior crisis”. 

Según la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, sin la recuperación de la conectividad aérea no es posible que Canarias supere esta situación. En este sentido, la entidad reclama que se pongan en marcha estímulos que garanticen la competitividad del destino. El REF vuelve a ser, en este aspecto, un instrumento clave para arbitrar medidas que compensen las desventajas que, por su lejanía, presentan las Islas respecto a otros territorios. Santiago Sesé insiste en la urgencia de acometer una rebaja de las tasas aeroportuarias que haga rentable para las compañías aéreas mantener el volumen de rutas con Canarias.

La entidad cameral resalta, asimismo, la importancia de destinar políticas específicas al comercio, que se ha visto muy perjudicado por la desaparición del consumo que aportaban los turistas. Es este un aspecto, indica Sesé, en el que el Archipiélago también sufre una afección especialmente significativa, que requiere de medidas de apoyo que permitan al sector -que supone más del 20% de las empresas y los afiliados a la Seguridad Social- atravesar esta situación. Las tres fases en que, según las Cámaras, debe afrontarse la reactivación económica y social tras el impacto que ha representado el coronavirus constan de medidas diferentes. En la primera (supervivencia), la prioridad es el tratamiento de la crisis sanitaria y, en el plano económico, facilitar la liquidez a las empresas y favorecer así que se conserven las plantillas. En esta fase tiene especial importancia la prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) por fuerza mayor más allá del 30 de junio. Aunque el Ministerio de Trabajo se ha mostrado dispuesto a alargar los ERTE en el sector turístico, las Cámaras canarias advierten de que, en Canarias, el concepto de empresa turística va más allá del sector alojativo y la hostelería, puesto que son muchas las actividades que dependen directamente de la llegada y el consumo de los visitantes para subsistir.

Para la segunda fase (recuperación), las Cámaras proponen acortar los periodos de pago de las administraciones a proveedores y así reducir la morosidad, lo que redundará en una mayor liquidez para las empresas. Asimismo, creen necesario mejorar los instrumentos públicos de garantías y avales y destinar subvenciones directas a las empresas, entre otras medidas transversales, además de otras de ámbito sectorial que deberán ir enriqueciéndose y adecuándose a la evolución de la crisis sanitaria y económica, además de a los recursos con los que se cuente en cada momento para afrontarlas. La etapa de reconstrucción, finalmente, exigirá corregir los errores que se hayan podido cometer en el pasado, adaptar las medidas conforme evolucione la situación y encarar los retos pendientes de la economía canaria, en especial los relacionados con la digitalización, la internacionalización, la sostenibilidad y la mejora de la productividad, dado que avanzar en estos aspectos contribuirá una economía más sana y con bases más sólidas y, por lo tanto, a reducir la fragilidad de las Islas ante futuras crisis.