La entidad advierte de que la incertidumbre será la tónica hasta que haya un remedio para el virus. El Boletín de Situación Económica (Botse) de la entidad cameral constata el desplome de la actividad y el empleo en el segundo trimestre del año. Santiago Sesé urge a poner en marcha actuaciones en vivienda, obras turísticas y educativas y energías renovables para reducir la dependencia de la demanda externa durante la crisis. Juan Ramón Fuertes, señala que "en este momento, ya el 86% de los TPV están activos y operando, tomando como fecha de comparación el mes de marzo de este año, y el gasto en tarjetas nacionales está cercano al que se efectuaba, no así el gasto de tarjetas internacionales, que ha caído cerca de un 60% con respecto a la misma fecha".

 

La Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife demanda un “potente” plan de inversiones y una urgente simplificación de los procedimientos administrativos para reactivar la economía canaria tras el choque que ha supuesto la epidemia del nuevo coronavirus y las medidas introducidas para frenar su expansión. El Boletín de Situación Económica (Botse) del segundo trimestre del año, elaborado por la entidad cameral con el patrocinio de Caixabank, corrobora que el cierre de diversos sectores a causa de la crisis sanitaria ha desencadenado una contracción brusca y profunda de la actividad, la demanda y el empleo, agravada por la caída de la confianza, que se ha traducido en un desplome del 36,2% en el producto interior bruto (PIB) respecto al mismo periodo de 2019, una caída superior en 14 puntos a la que presenta la media del país.

La Cámara advierte de que las perspectivas a medio plazo están condicionadas aún por un elevado grado de incertidumbre, una situación que se mantendrá en tanto no exista vacuna contra el virus o un remedio médico efectivo para la enfermedad. Hasta que llegue ese remedio, sostiene el presidente de la entidad, Santiago Sesé, será preciso trabajar para recuperar la conectividad aérea, de la que en gran medida depende la economía canaria, pero también poner el acento sobre las actividades menos vinculadas con la demanda externa. De ahí, apunta Sesé, la necesidad de desarrollar un ambicioso programa de inversiones “que active y dinamice diferentes planes que están ya en ejecución o pendientes de iniciarse y que generarían efectos multiplicadores en la economía y contribuirían a resolver algunos de nuestros problemas como sociedad y a elevar la competitividad de nuestra economía”: vivienda, infraestructuras educativas, obras hidráulicas, infraestructuras turísticas, energías renovables, reciclaje…“El sector más potente y con mayores efectos de arrastre en la economía y el empleo en estos momentos es la construcción. Su reactivación impulsaría, entre otras, a la industria de bienes intermedios, a una parte del comercio mayorista y minorista y a profesionales de la arquitectura o la ingeniería. Además, se trata de un sector muy intensivo en mano de obra”, detalla el presidente cameral.

Para que estas inversiones causen el efecto deseado es “imprescindible” que la Administración acompañe facilitando y agilizando trámites, añade Sesé. El decreto de simplificación administrativa que prepara el Gobierno regional “debe ser una oportunidad para dar un salto cualitativo en la tramitación de expedientes de inversión tanto pública como privada”, insiste.

Las propuestas de la Cámara para afrontar la necesaria reactivación de la economía del Archipiélago incluyen también aprovechar el Régimen Económico y Fiscal (REF) de Canarias para estudiar una bonificación transitoria a las cotizaciones sociales de los trabajadores en las Islas, “una medida de impacto, de carácter integral y directa que favorecería la contratación en todo tipo de empresas, independientemente de su tamaño”, argumenta Santiago Sesé. En el ámbito de la conectividad aérea, la corporación de derecho público recalca la importancia de negociar con AENA y con el Estado para propiciar una rebaja temporal de tasas aeroportuarias para estimular los viajes a Canarias a precios asequibles.

Por su parte, el director territorial de CaixaBank en Canarias, Juan Ramón Fuertes, señala que "en este momento, ya el 86% de los TPV están activos y operando, tomando como fecha de comparación el mes de marzo de este año, y el gasto en tarjetas nacionales está cercano al que se efectuaba, no así el gasto de tarjetas internacionales, que ha caído cerca de un 60% con respecto a la misma fecha". Con respecto a la inversión, Fuertes destacó que "crece con fuerza en empresas, por encima del 6% en el primer semestre, fruto de las acciones para blindar la liquidez del sector empresarial con el apoyo de CaixaBank, con el objetivo de mantener, con el rigor necesario, las empresas operativas y ayudar al tejido productivo de Canarias a superar los estragos de la pandemia'.

El Boletín de Situación Económica de la Cámara de Comercio relativo al segundo trimestre del año confirma que el PIB del Archipiélago retrocedió un 32% en relación a los primeros tres meses de 2020 y un 36,2% en comparación con el mismo trimestre del año anterior, según las primeras estimaciones publicadas por el Instituto Canario de Estadística. Se trata de variaciones más negativas que las registradas por el conjunto de la economía española, en las que, en relación a los mismos periodos, el PIB disminuyó un 18,5% y un 22,1%, respectivamente.

El descenso de la actividad en el segundo trimestre de 2020 fue generalizado para el conjunto de ramas productivas, aunque su intensidad difirió por sectores, en función, principalmente, del grado de incidencia de las medidas de confinamiento sobre cada uno de ellos. La actividad de los servicios se contrajo un 40,6%, como consecuencia de la repercusión de las medidas de restricción a la movilidad y de distanciamiento social sobre estas actividades. La construcción también retrocedió de forma apreciable, en torno a un 36,5%. La disminución experimentada por la actividad de la industria fue del 27,9%, mientras que la del sector primario fue la menor, con una variación interanual a la baja en el segundo trimestre del -7,9%.

La brusca caída de la demanda de turistas explica la magnitud del deterioro que ha vivido en este periodo la economía de la región. Tras el cero turístico que caracterizó al sector en los meses de abril y mayo, en junio entraron en las Islas 2.201 clientes internacionales. El total en el primer semestre del año asciende a 2.733.981 turistas, un 58,6% menos que de enero a junio de 2019, porcentaje inferior a la media nacional (-71,7%). Los datos de AENA publicados por la Consejería de Turismo ponen de manifiesto que la caída interanual en la entrada de visitantes extranjeros ha sido del 99,8%. Del gasto turístico total, según la encuesta EGATUR que realiza el INE, solo existen datos de junio, con lo que el acumulado del año refleja una caída del 58,1% en Canarias y del 70,6% nacional.

La demanda interna también se contrajo, tal y como se aprecia en los indicadores referidos a las ventas minoristas o a la matriculación de turismos, si bien a medida que fue avanzando la desescalada a lo largo del trimestre se fue recomponiendo de forma paulatina. Así, entre abril y mayo se acentuaron los resultados negativos del Índice de Comercio al por Menor (ICM) a precios constantes, que mide las ventas comerciales minoristas. Los establecimientos de la región vendieron un 26,7% menos que en el mismo periodo de 2019. El promedio trimestral del ICM también disminuyó en el ámbito nacional, aunque a una tasa inferior a la canaria (-18%), lo que confirma que la afección de la crisis sobre el sector comercial isleño ha sido más dura que la del conjunto de España. En cuanto a las matriculaciones, las ventas de turismos en el segundo trimestre del ejercicio ascendieron a 4.969 unidades, un 52,8% menos que en el primero y un 70,1% inferiores a las del mismo periodo del año pasado.

El shock que ha representado la epidemia de Covid-19 para el mercado laboral no tiene precedentes y adquiere una intensidad muy superior a la de la crisis anterior. El número total de ocupados se queda en las Islas en 822.200 personas, un nivel similar al de finales de 2016. Estas cifras no tienen en cuenta a las personas afectadas por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que, de computarse, más que duplicarían el actual nivel de destrucción de empleo.

Por su parte, el volumen de parados muestra un profundo deterioro del mercado laboral, con un aumento en 10.600 desempleados durante los meses de abril a junio, hasta alcanzar los 225.900 parados. Estas cifras, sin embargo, no reflejan la realidad actual del paro, dado que la situación de confinamiento y el parón en seco de numerosas actividades económicas impidió que muchas personas buscaran activamente un empleo durante este periodo, requisito necesario para computar en las estadísticas de la EPA (Encuesta de Población Activa), con lo cual han pasado a ser consideradas como inactivas. De hecho, la población activa -la que podía trabajar y estaba buscando un empleo en el momento de la realización de la encuesta- retrocedió en el trimestre un 8,5% en Canarias, frente al 4,4% nacional, con 97.400 activos menos que en marzo, hasta situar la cifra total de activos en 1.048.100 personas. Esta pérdida de activos que ha permitido que la tasa de paro tan solo aumente un 2,8% y se sitúe en el 21,6% de la población activa, la mayor del conjunto de comunidades autónomas y 6,3 puntos por encima de la tasa de paro nacional (15,3%).

Atendiendo a los datos registrados en las oficinas de empleo, los 261.714 parados que tenía el Archipiélago al finalizar el mes de junio suponen un aumento de 59.031 sobre los de junio del año 2019 (29,1%). La media mensual de trabajadores afiliados a la Seguridad Social se sitúa en junio en 763.001 personas, lo que supone una caída de 47.839 afiliados en el Archipiélago respecto en un año, una tasa anual del -5,9%.

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