Lola Pérez | Directora General de la Cámara de Comercio de Tenerife  “Las mujeres tienen cada vez mayor presencia en la actividad empresarial de las Islas”. Esta es la reflexión que realiza Lola Pérez, directora general de la Cámara de Comercio de Tenerife, coincidiendo con la celebración de un 8M que ha estado condicionado por la pandemia del coronavirus. La Ventanilla Única es un buen termómetro para medir unas inquietudes empresariales que comienzan a equilibrar la balanza gracias a una formación acorde con los tiempos que corren. “El salto de calidad con respecto al lugar que ocupaba la mujer hace unos años es grande y eso le proporciona mayor libertad a la hora de decidir”, apunta

 

¿Qué busca una futura empresaria cuando pide asesoramiento a la Cámara de Comercio?

Sus dudas no son distintas a las de cualquier emprendedor. Quiere tener a su alcance toda la información posible de lo que necesita para arrancar... Básicamente nos pide asesoramiento en el análisis de su propuesta empresarial y, sobre todo, busca que su plan de viabilidad se pueda plasmar en un documento sin sobresaltos.

Dice que las dudas iniciales no hacen distinciones por género, ¿pero es la mujer más reflexiva que el hombre a la hora de poner la primera piedra de su idea?

Hay de todo, pero en un porcentaje elevado nos encontramos con un perfil más analítico y metódico en el caso de las mujeres. La mujer quiere tener el control desde el inicio. No digo que el hombre no actúe así, porque al final estás activando un proyecto que tiene muchos riesgos, pero ellos son un poco más impulsivos.

¿Hay una tendencia a constituir una empresa tipo; existe un patrón mayoritario?

No... Las cosas, afortunadamente, han ido cambiando en base a la mayor formación y cualificación de las mujeres. No hace tantos años el panorama era completamente distinto. Dos décadas atrás, que fue lo que me tocó vivir a mí, las perspectivas laborales eran otras y lo que me encontré al iniciar mi aventura empresarial no tenía nada que ver con la situación actual. Fue mi madre la que me acompañó a buscar asesoramiento y las posibilidades eran mucho más limitadas que las de hoy. La mujer de 2021 tiene una amplia representación en todas las disciplinas empresariales. Es verdad que aún es necesario aumentar su presencia en lo que son las ramas técnicas, pero esta realidad no tiene nada que ver con lo que se vivía en la década de los 90 y principios de este siglo... Las mujeres de hoy tienen mucha más seguridad porque saben que su nivel formativo es alto. Con esto no digo que las de antes no estuvieran cualificadas, pero los prejuicios se encargaban de mermar considerablemente sus posibilidades laborales. 

¿Todo se reduce a una cuestión de tener más seguridad?

Disponer de esos niveles de seguridad es importante a la hora de tomar decisiones, más aún cuando te enfrentas a un reto tan complicado como es el de crear tu empresa. Ser empresario/a es una aventura que te obliga a tirar de recursos propios para activar una idea que en el instante inicial tiene más dudas que certezas. No es un lotería, porque hoy en día tenemos los mecanismos para avanzar a través de un análisis de mercado las posibilidades de éxito o fracaso, pero no deja de ser un viaje hacia lo desconocido. Usar fondos propios, endeudarte o llegar a gestionar un equipo de trabajo no es una misión sencilla... Hay un dato derivado del asesoramiento que se da a través de la Ventanilla Única que sirve para explicar la situación de cambio que estamos viviendo: las mujeres han creado más empresas que los hombres en los últimos años. La diferencia no es grande, pero sí significativa. Ese 52% a favor de las mujeres es un valor que a medio plazo va a tener una gran repercusión en la actividad empresarial.

¿Podemos hablar, pues, de un empate técnico en la emprendeduría que se gestiona a través de este organismo?

Es un dato –en 2020 el 52% de las empresas constituidas estaban lideradas por mujeres frente al 48% de los hombres– para la esperanza si tenemos en consideración que hasta hace poco este era un mundo netamente dominado por hombres. Distinguir la presencia de una mujer al frente de un negocio era algo muy extraño hace unos años... Ese equilibrio se tendrá que ver reforzado en los próximos años con una mayor presencia femenina en los consejos de administración de las empresas...

...pero la ocupación de los altos cargos por parte de la mujer sigue siendo deficitaria.

Ahí sí que hay que trabajar mucho más (silencio)... Ese recorrido aún es largo, pero no podemos olvidar de dónde venimos; del papel que ha desempeñado la mujer en la actividad empresarial en las últimas décadas. Hasta hace nada esta sociedad era extremadamente machista cuando se analizaba la relación de las mujeres con otra actividad laboral que no fueran las tareas habituales que se desempeñaban en el hogar. Esos moldes domésticos se han ido fracturando a medida que se fue ganando libertad y seguridad para competir en igualdad de condiciones por un puesto de trabajo... Yo no digo que ese equilibrio se haya conseguido, pero es evidente que la situación no es la misma que hace una década... Esos cambios en los consejos de administración y en el control de las empresas de perfil familiar van a llegar porque las mujeres llevan tiempo demostrando que son capaces de tomar las riendas de un negocio para dirigirlo con la misma eficacia que los hombres. El salto con respecto a lo que éramos no lo podemos obviar porque la diferencia de lo que había con lo que hay en estos momentos es grande. Ahí sí que hay un cambio de tendencia,

¿Cuál es su primer pensamiento cuando escucha esa frase que lo activa todo: “Quiero ser empresaria”?

Pues es una reacción de ánimo y de ilusión compartida. Ante eso solo queda arroparlas, ofrecerles la mayor seguridad para que todo no se quede en un sueño y acompañarlas en un tránsito que está lleno de papeleo. Al igual que en el caso de los hombres, lo prioritario es que tomen conciencia del reto al que tienen que hacer frente en cuando la actividad empresarial se ponga en marcha. Una información actualizada sobre los riesgos y los costes que vas a tener en vital para empezar con buen pie.

¿Hay una fórmula para empezar con buen pie?

Además de tener las ideas claras, contar con el mejor asesoramiento (es bueno tantear distintas opiniones) y no rendirse en cuanto aparece el primer obstáculo resultan decisivos en un arranque empresarial... En el pasado muchas de las empresas las ponían en marcha personas con estudios secundarios o medios, mientras que hoy en día ha mejorado mucho la cualificación de los emprendedores, tanto en el apartado de los hombres como en el de las mujeres. El hecho de encadenar varias crisis ha posibilitado que un número importante de universitarios vean en la constitución de una empresa la mejor salida profesional posible. Antes las prioridades de los licenciados eran trabajar para alguien o intentar sacar una oposición. Ser tu propio jefe es una labor dura, pero tiene sus recompensas. Teniendo en cuenta algunos matices que ya hemos abordados en la entrevista, podemos decir que a la hora de fundar una empresa sí existe una situación de tú a tú entre mujeres y hombres.

Si tenemos en cuenta sus reflexiones solo cabe esperar que las cosas vayan a mejor, ¿no?

El discurso de la igualdad sigue abierto a muchas interpretaciones y es importante actuar con objetividad a la hora de analizar una situación. Claro existe una brecha salarial, por supuesto que hay posicionamientos profesionales donde el papel de la mujer sigue limitado, pero también hay que decir que en una clase de veterinaria en la que hace varias décadas era difícil encontrar a una alumna, hoy el porcentaje de mujeres en relación al de los hombres puede superar en casos concretos el 80%. En casa las tareas del hogar se van equilibrando porque el discurso ha cambiado y la conciliación familiar es compleja para las dos partes, no solo para las mujeres. Tenemos que ir normalizando la situación para favorecer el equilibrio que se reclama los 8M.

Las empresarias toman el control

En la base de datos de la Cámara de Comercio de Tenerife hay una referencia que llama la atención: en los dos últimos años las mujeres han creado más empresas que los hombres en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. En 2020, con las dificultades asociadas al estado de alarma que decretó Pedro Sánchez debido a la incidencia del coronavirus, las mujeres abrieron 393 empresas frente a las 389 que abanderaron los hombres. Sí. La diferencia es mínima, pero si comparamos ese registro con el acumulado de 2001 la distancia entre géneros es sustancial: 210 empresas con un titular masculino y 117 fundadas por una mujer.

En 2019 la mujer siguió liderando la emprendeduría con mayor holgura gracias a las 660 sociedades constituidas por ellas y las 623 por ellos. Esa fue la primera vez en 21 años que las mujeres superaron a los hombres en un apartado cuyo global favorece claramente a los hombres: entre 2001 y 2020 estos inscribieron 10.498 empresas y las mujeres 8.035. La media anual, pues, favorece claramente a los varones (524,9 empresas) frente las cifras del colectivo que el 8M celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora (401,7). En cuanto a los picos más altos registrados en los dos bandos destacan las 791 empresas que abrieron hombres en 2014, o las 660 que se contabilizaron en el casillero de las mujeres en 2019.

El papeleo y, sobre todo, las dificultades que encontraban las mujeres a la hora de asegurar unas vías de financiación para activar sus propuestas empresariales generó una batalla desigual que se está empezando a corregir. “En mi caso, el capital lo puso mi marido”, cuenta Sterling Romero, dueña de una tienda de animales de Santa Cruz de Tenerife.

En materia de asesoramiento empresarial la mujer también le ganó la partida al hombre en los últimos cuatro años. En 2020, por citar el ejemplo más reciente, 1.206 mujeres solicitaron información en la Ventanilla Única de la Cámara de Comercio de Tenerife, por los 1.096 que recurrieron a ella. La suma de lo ocurrido en los últimos 13 años le da una ventaja clara a los varones (32.813 asesoramientos empresariales) sobre las mujeres (24.490). “Los trámites para crear una empresa son largos y costosos, pero si lo que deseas es no depender de los más y ser tu jefe hay que tener paciencia en los momentos previos a la constitución de una empresa”, aconseja Grace Rodríguez, una emprendedora de origen venezolano que gestiona un pequeño negocio de restauración en Santa Cruz de Tenerife. “Tiene el tamaño perfecto para evitar mayores complicaciones”, remarca.

Haber encadenado dos crisis en un espacio corto de tiempo –la derivada por el sector inmobiliario y la que tomó cuerpo a medida que el Covid-19 incrementó su radio de acción– es una de las cuestiones que más preocupa a Beatriz Villalobos, abogada por cuenta propia que ha visto como muchos compañeros de orla han tenido que variar su ruta profesional ante la imposibilidad de encontrar unos ingresos estables. “No me arrepiento de la decisión que tomé al crear la empresa, pero a veces deseas tener un sueldo fijo y menos dolores de cabeza para cuadrar las cuentas del mes”, admite la letrada. Las tres (Sterling, Grace y Beatriz) son un ejemplo de “carne y hueso” del creciente protagonismo que ha acumulado la mujer empresaria en los últimos años.