Cualidades del empresario

Los principales requisitos que deben ser asumidos por toda persona con voluntad de ser empresario son:

  1. La disposición a asumir riesgos
  2. La expectativa de obtener un beneficio

Crear una empresa supone poner en juego recursos naturales, humanos, económicos, etc., además de coordinar los mismos con la mayor efectividad posible, con el fin de que la empresa alcance los objetivos inicialmente planteados.

Considerando lo anterior, habría que realizarse la siguiente pregunta: ¿Cualquier persona tiene capacidad para desarrollar una actividad empresarial?

Como respuesta a esta cuestión, y teniendo en cuenta la complejidad económica actual y la rapidez en los cambios y hábitos del entorno económico, habría que decir que ser empresario exige no sólo una intuición o improvisación empresarial, sino una cada vez mayor preparación y cualificación.

No es fácil encontrar en una persona todas las cualidades necesarias para crear una empresa. Pero si se conoce el modelo ideal del promotor, se pueden establecer las carencias que uno tiene y así aplicar las soluciones más adecuadas en cada caso. Estas soluciones pasan por la formación, el acompañamiento e incluso el apoyo personal.

El promotor de un nuevo proyecto empresarial debe plantearse en qué medida va a poder hacer frente a las exigencias que la dirección de su futura empresa necesita. Entre las cualidades que debe tener un buen empresario se podrían destacar:

  • Confianza en sí mismo e ilusión en su proyecto.
  • Ser consciente de su necesaria formación (puesta al día) de los temas relacionados con su empresa.
  • Dotarse de apoyo externo en todos aquellos aspectos que no pueda controlar (servicios complementarios a su actividad).
  • Dotarse de un buen equipo de trabajo.
  • Capacidad de organizar y coordinar todos los recursos de que dispone (humanos, económicos,...).
  • Capacidad de dirigir y motivar al personal.
  • Capacidad de tomar decisiones y asumir riesgos.
  • Iniciativa y espíritu innovador.
  • Capacidad de análisis de la realidad que le rodea y sus necesidades.

Conocimientos profesionales

  • Formación académica adecuada.
  • Formación técnica de la actividad específica o sector.
  • Conocimientos en dirección y gestión de empresas.
  • Conocimientos del sector y sus características, factores de éxito, mercado, perfil del cliente, competencia, proveedores, etc..
  • Experiencia de trabajo, a ser posible, en el sector en que piensa competir.

Errores más frecuentes de los emprendedores

A la hora de emprender se deben tener en cuenta los errores más comunes de los emprendedores. Algunos de éstos son:

  • No informarse sobre el funcionamiento de otros negocios con la misma actividad, y especialmente, aquellos que han fracasado. Se trata de conocer los motivos de dicho fracaso para no cometer los mismos errores.
  • Pensar que una idea original es una empresa, sin analizar la viabilidad técnica para su fabricación ni el mercado para su comercialización.
  • No saber elegir a los socios o colaboradores adecuados.
  • Ofrecer productos que los clientes no necesitan o no están interesados en comprar.
  • No saber diferenciar los productos respecto de la competencia.
  • Establecer mal los precios de los productos.
  • No tener suficientes conocimientos del mercado.
  • No realizar un plan de empresa y/o de viabilidad económica y financiera.
  • No asesorarse en aspectos de gestión o técnicos y pensar que se es autosuficiente.
  • Pensar que la idea de negocio no pueda ser copiada y no innovar. No basta con ser creativo hay que ser innovador.
  • Realizar fuertes inversiones o asumir elevados costes fijos que generen falta de liquidez.
  • Realizar escasas inversiones o no asumir gastos mínimos necesarios para acondicionar un local.
  • No disponer de suficientes recursos financieros.
  • Depender en gran medida de ayudas, subvenciones o financiaciones ajenas tales como préstamos bancarios o pólizas de crédito.
  • No recocer los errores rápidamente para poder tomar decisiones correctoras. Por ejemplo, una mala ubicación de la empresa o reclutar personal no adecuado.