No requiere especial inversión en infraestructura y sus precios en el mercado hasta triplican los de los cultivados con métodos actuales. Los turistas, especialmente amantes de lo natural, son verdaderos asiduos a esas zanahorias, rábanos, lechugas, etc., cultivadas de forma absolutamente natural, sin tratamiento alguno de productos. Y lo pagan. Pregunte si no acerca de esos puestecillos que se montan los extranjeros en los mercadillos rurales: qué venden, a quién y sobre todo a qué precio.